lunes, 27 de enero de 2014

0 La locura A Otro Nivel: Albert Fish

Hemos conocido una gran variedad de leyendas inspiradas en hechos de la vida real, sin duda de lo más inofensivas como pueden ser las más atroces

¿Hasta dónde pueden llegar los más bajos instintos del ser humano? Sin duda, es una pregunta donde la respuesta todavía no puede ser resuelta, debido al sin número de casos que día a día observamos en nuestra sociedad; asesinatos, violaciones, mutilaciones, etc., etc. 

Albert Fish 1903
Albert Fish 1903
Pero, ¿Existieron casos de esta clase, en capítulos de la Historia Humana?, pues la respuesta es simple y no tan alentadora, claro que . Quizá sea la explicación del por qué se comenten tantos delitos en el presente, opinión propia, por supuesto, sin embargo, al analizar caso a caso, uno se sorprende muchísimo de lo que nuestro antecesores vivían al evidenciar atrocidades tan impresionantes. 

De esta forma mencionare un caso no muy peculiar, pues fue uno de los tantos que marco un capitulo triste en nuestra historia.

Al hablar de Estados Unidos, un país querido por muchos, odiado por otros, donde el progreso, la prosperidad han marcado su presente, no obstante una de sus principales características, es poseer una extensa lista de los criminales más afamados de la historia.

Y como no, recordar a uno en particular, que por su apariencia de anciano bondadoso, gentil y amable no justificaba la mente tan desquiciada y diabólica que este individuo poseía, pues si, habló de Albert Fish.



Albert Fish 1930
Albert Fish 1930
Con la apariencia perfecta para generar confianza a su alrededor, era el abuelo que todo niño quería tener, por supuesto una fachada bien elaborada, pues quién diría que detrás de ese bigote y cabellos plateados se escondía un verdadero y terrible monstruo, engañando a jóvenes inocentes, armado mediante sus herramientas: Cuchillo de Carnicero y una Sierra, sería él violador confeso de 400 niños aproximadamente durante 20 años, que como lo describieron cierto psiquiatras su vida giro entorno a las mayores perversiones sin precedente alguno.

Fish nace en Washington en 1870, y tras la muerte de su padre, la madre, hasta saber que iba a hacer con su hijo lo ingresa en un orfanato a una corta edad, donde sufría las más terribles vejaciones, entre ellas sexuales, donde poco a poco daba lugar que en su mente se forje una curiosa fascinación por el castigo, divirtiéndose al infligir dolor a otras personas, como disfrutar las que le provocaban a él, entre ellas, frotarse rosas con espinas por sus genitales, como encender algodones e introducirlos por su ano o la más espeluznante alfileres introducidos en el escroto descubierto tiempo después de su autopsia por médicos forenses, sin olvidar que las agujas estaban oxidadas.
Albert Fish Testiculos Agujas Oxidadas
Rayos X testículos de Albert Fish: Agujas Incrustadas


De la infinidad de crímenes que Fish cometió una de los más recordados está el secuestro y asesinato de Grace Budd, una trágica historia para la familia Bud, ocurrida en 1928 pero no fue después de 6 años donde la persecución y búsqueda de Fish terminarían con este reino de Terror.


Fish se presentó donde los Budd de tal manera que no levantó de ninguna forma sospecha alguna.
Familia Budd
Familia Budd
Albert Budd, padre de la víctima, modestamente se desempeñaba de portero, profesión que no ayudaba con el mantenimiento de toda la familia, por ese motivo el hijo menor, Edward Budd, quedó en ayudar a su padre, anunciando en la edición del 27 de mayo 1928 en el New York World Telegram un empleo. Su anuncio decía: "Joven, 18, deseos posición en el país", seguido de su nombre y dirección”.

Esa misma tarde, un Albert Fish bien vestido respondió al anuncio y se presentó en la casa de Budd en el distrito de Chelsea de Manhattan. Se identificó como el señor Frank Howard, un agricultor de Long Island que estaba dispuesto a pagar $ 15 por semana a un joven trabajador dispuesto. La familia no podía creer la suerte de Edward y rápidamente invitaron al Sr. Howard a pasar a la casa. Después de escuchar la descripción de los pescados de la granja, Edward aceptó de buena gana la posición el Sr. Howard, quien  prometió volver la próxima semana y tomar no sólo a Edward a la granja, sin embargo Edward sugirió que también sea contratado su amigo Willie también. Howard destacó que no tenía suficiente trabajo para los dos jóvenes.

Grace Budd
Grace Budd
Fish no regresó como había prometido, el 2 de junio, es decir el sábado siguiente a su primera visita, sin embargo, envió un telegrama de disculpas, y llegó el lunes en su lugar. Impresionados por sus modales, los Budd lo saludaron calurosamente y lo invitaron a quedarse a comer. Fish se comportó como un abuelo de visita, regalando golosinas y billetes de un dólar a los niños. Anunció que iba en ese momento a un compromiso previo que él tenía, volviendo esa noche para recogerlo y llevarse a Edward a su granja. Sin embargo,  propuso a los Budd llevarse a Grace, la hija mayor, a la fiesta de cumpleaños de los niños en la casa de su hermana casada, ubicada en la calle 137 y la Avenida Colón. Los Budd dejándose llevar por la impresión fácilmente dejaron a Grace con Fish.

Sosteniéndole Fish la mano a Grace, todavía con el vestido puro, blanco que ella había llevado a la iglesia esa mañana. Los dos caminaron por la calle juntos. Los Budd despidieron con la mano a su niña mientras ella se alejaba, siendo esa la última vez que la vieron.

La policía estuvo detrás de la pista de Fish, por 6 largos años sin obtener resultado alguno, no obstante, obtuvieron un dato inesperado, siendo de vital importancia, y como la pieza que falta del rompecabezas, una carta anónima que recibieron los Budd.

En ella se narraba una historia de lo más siniestra y retorcida, como la madre de Grace era analfabeta, acudió a la ayuda de su hijo para que la leyera, la carta narraba lo siguiente:
Carta Albert Fish
Carta de Fish para los Bugg

Albert Fish William King detective
Fish y el detective William King en la detención
Sin duda su autor era una mente de lo más corrompida y degenerada, pero sin duda esta carta significo el fin de este caníbal, pues al revisar minuciosamente la carta encontraron pistas del lugar desde donde la envió, provocando su detención en una posada de Mala Muerte”, definida de esta manera por el detective King, encargado de este caso, el cual dejo para dos años más su retiro hasta concluir y llegar a la solución de este enigma, sin olvidar que al momento de la captura del “Vampiro de Brooklyn”, King por un momento se deja engañar por la apariencia del anciano, sin embargo este se delata al tratar de atacar al agente con una navaja de afeitar.

 Ya en la corte quería justificar sus asesinatos mencionando su locura, que por cierto era evidente, aduciendo que era el propio Dios quien la hablaba para que asesinara y violara a niños.
Pero sus intentos no lo salvaron para nada, la corte dictamina la máxima de las penas, la de la muerte, condenándolo por el asesinato de 15 personas, obteniendo un paso directo a la silla eléctrica.

Testigos aseguran que minutos antes de su ejecución oyeron decir por parte de Fish lo siguiente: “Qué alegría morir en la silla eléctrica. Será el último escalofrío, el único que todavía no he experimentado”.

Ejecusión Fish
Momentos antes la ejecución de Fish
La leyenda dice que la muerte no vino tan rápidamente como Fish le hubiera gustado. Cuando se lanzó la primera descarga de aproximadamente 3000 voltios estos no mataron al anciano debido que gracias a las agujas incrustadas en su pelvis estas hicieran cortocircuito aminorando el voltaje. Siendo así, fue necesaria otra descarga con mayor voltaje. Momentos más tarde, el médico de guardia, pronunciada que Fish, el hombre más viejo jamás ejecutado en Sing Sing, prisión que lo aguardaba, estaba muerto.

Mientras que el cadáver del anciano era trasladado a la sala de autopsias, su abogado defensor se reunió con los periodistas. En su mano sostenía la declaración final de Albert Fish, varias páginas de notas escritas a mano que había escritas en las horas previas a su muerte. A día de hoy, la declaración nunca ha sido revelada. "Nunca voy a mostrar esto a todo el mundo", dijo Dempsey. "Fue la cadena más sucia de obscenidades que he leído. "

Como podemos notar para una mente perversa no existen límites.

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